La luna sobre Floresta (pájaros)










Me senté frente al cuaderno
y pensé
aquellos pájaros ardientes ya no vuelan...
y los pensé
antes
haciendo vientos en Floresta
enamorando la luna que me enamora a mí.

Los pensé partiendo el no lugar para morir.

Sentí una astilla de bala
raja mi alma
multiplicado me perdí en un opaco espejo
una vez más
cubriendo el horizonte
despertado
de mi luna de humo adormecido
para siempre.

Los pensé
desde mi subterráneo de cristal
que es un poco subterráneo de unos cuantos.
Los pensé en una perfección de las estrellas
despreciando la desolación de la permanencia inerte.

Pensé
no más riachuelos de Demonti,
no más cuyos de Bordón,
pensé
los redondos sin Bulacio,
ardí.

Lloré en los Pochos
rosarios de cada día (lucha),
caí
tiros en Budge,
morí
remates de la estación,
sentí.

No sé cargar con ese peso
no soy María Magdalena
No tengo manos de Fermín.

Vi sus fotos en un retrato difuso
Pensé
niños hoy
instantáneas con dolor,
pensé
Alicia ruinas sobre ruinas
no supiste discernir la cruz del percutor.

Un trinar de pájaros salvajes
pinta una luna de libertad
la misma luna que
nos enamora sobre Floresta
que es perfección eterna.

Pensé
una palabra no es el despertador de los sentidos,
pensé
el amor encontraría su lugar,
un alfiler no puede hacernos tanto daño,
es el amor
no el signo de la gorra.

Detengan todos los relojes.

Quiero cortar el aire
de los pájaros
que se animaron a gritar.

Me torno luz
y me hago piel
es un adagio con sabor a luna
pájaros hendiendo el cielo de Floresta.

Pensé
las aves que parten a un no lugar
para morir
y sin embargo viven.

Publicada originalmente en el periódico barrial La Floresta en enero de 2005 como homenaje a Maximiliano Tasca, Adrián Matassa y Cristian Gómez, los tres jovenes asesinados el 29 de diciembre de 2001 a manos de un policía retirado, que cumple cadena perpetua.

fotografía retocada SEBASTIÁN SCOTT - Lago Nahuel Huapí - Junio de 1985.-